Se imponen los drapeados, y los escotes -de cuello halter o en forma de uve- se cubren de pedrería sobre tafetanes de seda.
La segunda tendencia sigue al pie de la letra el sello Rosa Clará: escotes palabra de honor que marcan la silueta y majestuosos volúmenes que caen desde la cadera.
La gran sorpresa de la colección han sido los vestidos de inspiración japonesa, en los que la clásica cola se ha convertido en un obi -el característico cinturón de las gheisas-, y los complementos, de estilo josefina, resaltan la belleza de la novia y le dan un aspecto mucho más glamouroso a las creaciones de la diseñadora catalana.
*información Vogue
La segunda tendencia sigue al pie de la letra el sello Rosa Clará: escotes palabra de honor que marcan la silueta y majestuosos volúmenes que caen desde la cadera.
La gran sorpresa de la colección han sido los vestidos de inspiración japonesa, en los que la clásica cola se ha convertido en un obi -el característico cinturón de las gheisas-, y los complementos, de estilo josefina, resaltan la belleza de la novia y le dan un aspecto mucho más glamouroso a las creaciones de la diseñadora catalana.
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